martes, 5 de agosto de 2014

LA VIDA NO ES UNA MÁQUINA DE CONCEDER DESEOS



Mucho me temo que voy a poner en brete mi reputación,  pero no me queda otra que confesar que acabo de leer y, lo que es peor, que me ha gustado bastante la novela de John Green  “Bajo la misma estrella”, una triste y romántica historia sobre los amores de dos adolescentes con cáncer que arrasa en los cines y las librerías estos días.

Ya empezó bien la cosa cuando hace unas tardes, al llegarle el ejemplar en la cinta transportadora del mostrador, la cajera dejó de ser el robot mecánico de buenos días ¿tiene usted la tarjeta Carrefour?adiós, y me preguntó, mirándome la cara de señor mayor, si había visto la película. Pues sí, la contesté, y precisamente por eso me llevo el libro. Quiero ver si son tan agudas, profundas, duras y divertidas las sorprendentes frases y reflexiones que sobre la adversidad y la enfermedad irreparable, el optimismo y la realidad, me fascinaron en la película. Qué bien, concluyó, pero ten a mano un paquete de pañuelos por si acaso. Y lo hizo con una sonrisa picarona, mientras la caja registradora vomitaba un sin fin de papelillos enristrados. Casi me derrito. Era monísima.

Como os he dicho, se trata de un romance, aunque en el transfondo hay mucho más, entre dos jóvenes que, en circunstancias adversas, se aferran a la vida y a los sueños, aquellos que a veces se cumplen y los que en casos como éste no lo hacen. “La vida, repetirá el libro, no es una máquina de conceder deseos”.  Hazel es una joven de 16 años deprimida, tiene cáncer de pulmón desde los 14 años. Forzada a asistir a una de las terapias de grupo que tanto aborrece conoce a Augustus, otro adolescente que acaba de superar la enfermedad tras haber sacrificado una pierna. Entre diálogos inteligentes y reflexiones inolvidables ambos inician una pequeña historia de amor, de aquel tipo dulce que hace sonreír ante su inocencia, pero amarga por el contexto en el que se desenvuelve.

A mi me ha impactado en especial la forma de hacernos ver, sin estereotipos y ni engañifas, nuestra calamitosa manera de afrontar el trato con estos enfermos y sus familias y sobre todo el reflejar con dureza pero con infinita ternura y humor la situación de estos chicos y el dolor inmenso que les causa el pensar en el daño que van a hacer a los que más quieres y  a los que con la muerte dejarán atrás.

Os invito a mis amigos jóvenes y también a los menos jóvenes  a disfrutar de este libro y también, si podéis y en el mundo del pirata todo es posible, de la película que le es bastante fiel. Seguro, que con que tengáis un poquito de tendencia a la piedad, vais a pensar, reír y llorar con esta versión actualizada y fantástica de  Love story.





No hay comentarios:

Publicar un comentario